Existe un tema que produce mucho dolor y sufrimiento, pero que, aunque
parezca obvio, no siempre lo es y es el innegable hecho de que todos vamos a
morir y que aquellos a quienes amamos, nuestros familiares, van a ser partícipes
de una u otra forma. Enfermedad y muerte, cuya sola mención suena
desagradable, son procesos que repercuten en la familia. Hablar de la muerte es
complicado y sensible, y a la vez absolutamente simple ya que es el final
ineludible de nuestras vidas. El miedo que se tiene a enfrentar a la muerte es un
miedo a algo desconocido por lo que genera gran ansiedad.
La Tanatología es concebida como disciplina profesional que integra a la
persona como un ser biológico, psicológico, social y espiritual para vivir en
plenitud. Proporciona ayuda profesional al enfermo terminal y a sus familiares.
Es una alternativa para revalorar la vida; descansa en el principio de la condición
mortal de cualquier individuo.
Este trabajo de investigación pretende mostrar como la enfermedad y la
muerte afectan a cada uno de los miembros de la familia dentro de este proceso
continuo en donde cada uno vive su proceso de manera diferente, asimismo
intenta exponer la importancia de que cuando en la vida del ser humano se presenta el dolor y el sufrimiento se puede direccionar ayudado por la
Tanatología para darle sentido a este proceso, ya que de otra manera estos
hechos producidos por la muerte o la enfermedad de algún ser amado no valdría
la pena vivirlos.
En este trabajo de investigación se expone a la familia desde un enfoque
sistémico en donde cada integrante es fundamental para la existencia del
conjunto y cada integrante posee una función y se relaciona con los demás
integrantes para obtener una respuesta, esta respuesta será el desarrollo físico y
socioemocional de cada componente de la familia. El concepto de sistemas fue
extraído del mundo de la industria y el comercio y se ha convertido en una forma
de comprender cómo funcionan los seres humanos dentro de un grupo.
JUSTIFICACIÓN DEL TEMA
La familia es una parte esencial dentro de la sociedad, uno de los pilares
fundamentales. Contribuye a los cuidados del enfermo y tiene que recibir la
atención e instrucción necesarias por parte del equipo de salud para no influir
negativamente en la evolución del enfermo.
La enfermedad separa al enfermo y a su familia solo en el cuerpo de quien la
sufre, pues los sueños, las emociones y la dinámica familiar se altera por igual en
todos, por lo que en el manejo debe incluirse a cada uno de los miembros de la
familia.
En una situación límite como la enfermedad, los conflictos familiares afloran
y pueden influir negativamente sobre la persona afectada. Aquí es la entrada en
función del Tanatólogo para evitar en lo posible las situaciones de tensión en el
seno de la familia y ayudar a su resolución en el caso de que dicha situación
exista. Un buen Tanatólogo ha aprendido y sabe cuando es el momento de dar
una palabra de aliento y de información con las familias en duelo, cuando se
tiene la obligación ética de hablar o callar, acompañar o enseñar a separar y
avanzar o esperar en el acompañamiento que el proceso continúe.
La familia puede colaborar eficaz y activamente en el cuidado del enfermo si se la instruye de una forma adecuada en el control de los síntomas. Necesita de
una información veraz y continuada, un apoyo constante, la seguridad de una
asistencia completa durante todo el proceso, descargar tensiones generales y la
disponibilidad permanente del equipo de salud. El deseo de no lastimar a quien
se ama, y de ayudar, también sirve para la preservación de la especie. La visión
de la interdependencia de los miembros de la familia en salud y enfermedades
basada en relaciones estrechas de amor es simple e incompleta dentro de la
dinámica de las complejas relaciones del grupo familiar.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La enfermedad altera la unidad social, a los familiares y a los amigos, y afloran
los conflictos internos preexistentes. La información inadecuada, los mitos, la
presencia más o menos explícita de la muerte y la idea de un sufrimiento
inevitable crean una intensa atmósfera de angustia. La Tanatología puede ser el
apoyo para la solución de estos problemas.
CAPÍTULO I LA FAMILIA
“La familia en su proceso evolutivo, presenta una gran cantidad de matices, que van desde los suaves hasta
los intensos; desde los claros hasta los obscuros y pasa por toda la gama del arcoiris en su tránsito por la
tristeza y la felicidad.”
María Rosario Espinosa Salcido. Maestra en psicología
EL SER HUMANO
desde sus antecedentes más primitivos ha tendido a la
socialización por la razón primordial de que un individuo no puede colmar su
indigencia social aisladamente, aunado al requerimiento de la unidad
biopsicosocial y espiritual. Es por ello que el ser humano siente por naturaleza la
necesidad de la participación de otros individuos y la forma nucleica que da
origen a toda organización social posterior, o sea, la familia, y es ésta el núcleo
de la sociedad donde el hombre establece sus primeros contactos, los cuales se
irán desarrollando de acuerdo a la educación y al medio ambiente hasta que se
decida salir para formar otra familia o independizarse.
En la teoría de sistemas el enfoque conceptual de la familia presenta tres fases:
1. La familia se transforma con el paso del tiempo; se va adaptando a los
cambios y se reestructura ante ellos para seguir funcionando.
2. La familia tiene una estructura interna que se manifiesta con movimientos.
Cuando alguien se mueve en el sistema esto afecta a todos los integrantes,
por tanto su fortaleza depende de su capacidad para movilizar pautas
alternas.
3. La familia tiene la capacidad de adaptarse al estrés producido por los
cambios, manteniéndose así la continuidad familiar y al unísono realizando
reestructuraciones dentro del ámbito familiar.
EL CICLO VITAL DE LA FAMILIA
A LO LARGO DE LA VIDA.
Todas las personas atravesamos y vivimos
situaciones dolorosas que nos estimulan a sentir miedo y temor por no saber
como actuar o responder y es aquí donde la Tanatología se hace presente
brindando ayuda profesional a la persona que sufre, para que viva de manera
más sana sus duelos y continué con su vida normal lo más pronto posible no
obstante su gran sufrimiento… (Castro, G. 2007:21).
En la familia, como en cualquier ente vivo se presenta un ciclo vital: nace,
crece, se reproduce, declina y muere. Estrada Inda Lauro (1997) propone seis
etapas del ciclo vital delimitando fases críticas que encierran momentos
especiales de dificultad para toda la familia: el desprendimiento, el encuentro,
nacimiento de los hijos, la adolescencia y/o periodo intermedio, el reencuentro y
la vejez. En cada etapa define interacciones entre los miembros de la familia que
divide en cuatro áreas:
Identidad, Sexualidad, Economía y Fortalecimiento del
yo. Esas áreas son diferentes en cada etapa. Una relación saludable se basa en el
suficiente intercambio de satisfactores materiales y emocionales que permitan
solucionar los problemas y tareas que se presentan en el ciclo vital. No es
necesario que toda familia pase por cada una de las etapas, estás, únicamente,
sirven como mapa para su estudio y análisis.
El desprendimiento: El momento de transición de una etapa a otra constituye
crisis que se va a resolver. La familia tiene su inicio en la constitución de la pareja al desenredarse de sus familias de origen. Si se demora este proceso en los
jóvenes surgen problemas. Los padres pueden enredarlos a perpetuidad en la
alineación familiar o soltarlos. En ocasiones los jóvenes se precipitan al
matrimonio en un intento de liberarse de la red familiar.