Prólogo
Cada vez es más frecuente salir de la consulta del médico no sólo con una receta de medicamentos, sino también con una serie de consejos sobre qué es lo que debemos comer para aliviar o incluso curar nuestra dolencia.Partiendo de la base de que un único alimento no cura, sólo un estilo de vida basado en una dieta variada y equilibrada, además de ejercicio físico y relajación, nos garantizará una “salud de hierro”. Según la Real Academia Española la palabra Coherencia tiene dos acepciones, la primera deriva del vocablo latino cohaerentĭa, hace referencia a “una actitud lógica y consecuente con una posición anterior”. La segunda, “conexión, relación o unión de unas cosas con otras”. Tras el éxito de “Dieta coherente.
Cómo vivir más y mejor” y “Dieta coherente. Un nuevo yo en dos semanas”, que recogen los factores responsables del envejecimiento, de la enfermedad y del sobrepeso, así como los aspectos básicos de la dieta coherente, muchos lectores me han pedido un nuevo libro más práctico para el día a día, con recetas y ejercicios de tonificación muscular. Además, en estos once años de experiencia clínica he ido evolucionando en mis terapias, dándole mayor importancia al equilibrio de nuestro sistema gastrointestinal, al balance del pH, primeras barreras de defensa, y a los aspectos emocionales en las enfermedades crónico-degenerativas, pues está constatado su efecto sobre la química de nuestro organismo a través de los neurotransmisores y mediadores inmunitarios.
AMIL LÓPEZ VIÉITEZ
He dividido el libro en cuatro partes, la primera recoge las bases científicas de la dieta coherente, unos cuestionarios que permiten identificar síntomas funcionales que predicen la aparición de ciertas patologías y curas específicas que permiten al lector corregir los desequilibrios detectados. La segunda parte propone un plan de ejercicio físico para activar el metabolismo, la tercera parte explora la influencia de las emociones en nuestra salud y la cuarta parte propone recetas sanas y muy apetecibles. Las dietas propuestas están diseñadas para una mujer estándar, por lo que han de ajustarse al alza en caso de hombres, deportistas o mujeres embarazadas.Querido lector/lectora: si quieres profundizar sobre los pilares de la dieta coherente y comprender los mecanismos fisiológicos que influyen sobre el apetito y el equilibrio hormonal, te recomiendo que también leas alguno de mis libros anteriores pues en este he decidido ser muy práctica y aportar aspectos novedosos para mis fieles amigos-seguidores. Me encantaría que mi visión de la dieta coherente provoque una reflexión personal de cómo tu estilo de vida puede ayudarte a vivir en armonía.
¿Por qué fallan tus dietas?
Nunca hemos tenido tanta y tan buena información para alimentarnos como ahora. Sin embargo, el 95 por ciento de las personas que siguen dietas, fracasan en los primeros meses. A nuestra consulta acuden muchas personas cansadas de dietas estrictas, pues recuperan más kilos de los que tenían inicialmente y además, en muchas ocasiones, comprometen su salud. El fracaso de las dietas suele ser debido, en primer lugar, a que no modifican los hábitos alimentarios, por lo que, cuando la persona deja la dieta, vuelve a sus antiguos hábitos. En segundo lugar, el cuerpo -ante una dieta baja en calorías- retiene líquidos, convierte más calorías en grasa y reduce la velocidad del metabolismo para no gastar y garantizar la supervivencia, resultando en una ganancia de peso mayor al peso perdido durante la dieta (efecto yo-yo).
Los principales riesgos de las dietas milagro derivan de la excesiva rapidez con que se produce la pérdida de peso, pues reducen drásticamente las calorías ingeridas y generan desequilibrios nutricionales. La pérdida de peso suele ser a expensas de líquidos y de masa muscular. Como norma general, cualquier propuesta dietética que prohíba la ingesta o sugiera el consumo sin límites de algún alimento, con seguridad, no es una alternativa saludable. El cuerpo, en primer lugar, recurre al glucógeno almacenado en el hígado, proceso que libera gran cantidad de agua que se eliminará vía renal. Cuando se agotan las reservas de glucógeno, el cuerpo recurre a las proteínas del músculo como fuente alternativa de energía.
El músculo es el tejido que mayor cantidad de agua contiene, por lo que la pérdida de peso es debida en su mayoría a la eliminación de agua, minerales y sustancias tóxicas derivadas del metabolismo proteico, como la urea y el ácido úrico. En tercer lugar, se acude a los depósitos de grasa, pero sólo a partir de la tercera semana, por tanto, con las dietas milagro cuya duración no suele exceder las dos semanas, no se pierde grasa y al terminar la dieta se recuperan los kilos perdidos con gran facilidad, ya que se rehidratan rápidamente los tejidos. Hoy en día la obesidad se trata desde un enfoque multidisciplinar pues su repercusión trasciende a lo puramente estético, siendo necesario hacer frente al grado de inflamación metabólica presente.
El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Estudios científicos han relacionado la obesidad con determinados tipos de cáncer, como el de mama, endometrio, próstata o esófago. Si quieres perder peso, es más efectivo estimular el metabolismo que reducir las calorías de tu dieta. Si la ecuación de las calorías fuese tan simple como parece, perder peso sería una tarea fácil. Si cada día dejases de comer 200 calorías, cada año perderías unos 9 kilos y al cabo de 7 u 8 años, ¡¡habrías desaparecido!! Para disminuir de forma segura y permanente el exceso de grasa corporal, manteniendo la masa muscular, debes asegurar el equilibrio de la hormona insulina y tu consumo de calorías debe ser de 500 a 1000 calorías menos que tus necesidades energéticas. Cuanto más rápido sea tu metabolismo, más fácil será mantenerte en tu peso ideal. La velocidad del metabolismo está muy relacionada con tu masa muscular, ésta es la razón principal por la que mucha gente gana peso con la edad, ya que a partir de la madurez hay una tendencia natural a perder musculatura, de forma que, el metabolismo se va haciendo más lento. Los cambios comienzan a notarse a partir de los 30 años.
El músculo es el tejido que mayor cantidad de agua contiene, por lo que la pérdida de peso es debida en su mayoría a la eliminación de agua, minerales y sustancias tóxicas derivadas del metabolismo proteico, como la urea y el ácido úrico. En tercer lugar, se acude a los depósitos de grasa, pero sólo a partir de la tercera semana, por tanto, con las dietas milagro cuya duración no suele exceder las dos semanas, no se pierde grasa y al terminar la dieta se recuperan los kilos perdidos con gran facilidad, ya que se rehidratan rápidamente los tejidos. Hoy en día la obesidad se trata desde un enfoque multidisciplinar pues su repercusión trasciende a lo puramente estético, siendo necesario hacer frente al grado de inflamación metabólica presente.
El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Estudios científicos han relacionado la obesidad con determinados tipos de cáncer, como el de mama, endometrio, próstata o esófago. Si quieres perder peso, es más efectivo estimular el metabolismo que reducir las calorías de tu dieta. Si la ecuación de las calorías fuese tan simple como parece, perder peso sería una tarea fácil. Si cada día dejases de comer 200 calorías, cada año perderías unos 9 kilos y al cabo de 7 u 8 años, ¡¡habrías desaparecido!! Para disminuir de forma segura y permanente el exceso de grasa corporal, manteniendo la masa muscular, debes asegurar el equilibrio de la hormona insulina y tu consumo de calorías debe ser de 500 a 1000 calorías menos que tus necesidades energéticas. Cuanto más rápido sea tu metabolismo, más fácil será mantenerte en tu peso ideal. La velocidad del metabolismo está muy relacionada con tu masa muscular, ésta es la razón principal por la que mucha gente gana peso con la edad, ya que a partir de la madurez hay una tendencia natural a perder musculatura, de forma que, el metabolismo se va haciendo más lento. Los cambios comienzan a notarse a partir de los 30 años.
ACTIVA TU METABOLISMO CON LA DIETA COHERENTE
Por factores de tipo hormonal, y se hacen más evidentes a partir de los 50. Son cambios lentos, pero afortunadamente se pueden contrarrestar siguiendo la dieta coherente. El “efecto meseta” aparece cuando, a pesar de respetar la dieta, no bajas de peso debido a que a medida que adelgazas, tu cuerpo reduce el metabolismo basal y necesita menos calorías para funcionar, de modo que las condiciones que ayudaron a bajar los primeros kilos ya no funcionan. Aunque no te guste, el objetivo del cuerpo es sobrevivir, no perder kilos. Para salir de la meseta, puedes acelerar tu metabolismo con mi programa de tonificación muscular. El músculo aunque no esté haciendo ningún esfuerzo necesita de una continua alimentación, por lo que si aumentas tu masa muscular, aumentará tu consumo de calorías en reposo. Debido a sus características, la dieta coherente -junto con el programa de tonificación musculares un estilo de vida que te permite alcanzar y mantener tu peso ideal, estimula tu sistema inmunitario y te protege de enfermedades crónicas y degenerativas.
